Alexander Alvarado cuenta lo que sufrió en LDU
El futbolista no tiene buenos recuerdos de la hinchada
Alexander Alvarado, actual jugador de Universidad Católica y exjugador de Liga de Quito, compartió detalles sobre las difíciles experiencias que atravesó durante su último tiempo en el club albo.
En una entrevista para ESPN, el futbolista ecuatoriano confesó, por primera vez, un episodio traumático que afectó profundamente a su familia y su desempeño en el equipo.
Las palabras de Alexander Alvarado
“Nunca lo he dicho, pero secuestraron a mi hermano. Aún me cuesta hablar de esto. Imagínate a mi hermano”, expresó Alvarado.
Este evento marcó un punto de inflexión en su vida, llenándola de tensión y preocupación. Según Alvarado, el secuestro de su hermano fue un momento extremadamente duro para toda su familia, generando un impacto emocional que afectó su rendimiento en la cancha.
El sufrimiento del volante no terminó allí. Además del secuestro de su hermano, el jugador enfrentó una ola de críticas por parte de los hinchas de Liga de Quito debido a su bajo rendimiento. “Daba un mal pase, y me criticaban. Me daban duro. Dijeron muchas cosas”, mencionó Alvarado.
Alvarado también destacó cómo estas críticas afectaron a sus padres. “Mis papás siempre veían las redes sociales”, comentó, enfatizando el dolor que causaban los comentarios negativos. El futbolista recordó cómo incluso en la calle era objeto de insultos, lo que intensificaba su angustia.
Alexander Alvarado bajó su nivel en LDU
En su relato, Alvarado detalló cómo el secuestro de su hermano fue un evento que impactó tanto a su familia como a su vida profesional.
A pesar de las dificultades, continuó jugando para Liga de Quito mientras lidiaba con la presión tanto dentro como fuera de la cancha.
El jugador tuvo un mal rendimiento en el segundo semestre del año 2023. Falló dos penales contra El Nacional en ‘Casa Blanca’, salió expulsado contra Sao Paulo en cuartos de final de la Copa Sudamericana y falló un penal en la final de la misma competición.
Esto hizo que las críticas constantes por su desempeño afectaban no solo su ánimo, sino también el de sus padres, quienes seguían de cerca los comentarios en redes sociales.
